Claude-Edmonde era una profesora de filosofía que firmaba con seudónimo, escribió esta carta en 1943 a Jorge Semprún y se la leyó/entregó en 1945, cuando este acababa de salir de Buchenwald y no sabía todavía si pegarle a la escritura o a la vida. Semprún llevó el texto encima durante años. Hasta aquí el contexto y halo de marketing en el que nos sirven este librito que, teniendo algunas reflexiones y consejos sobre motivación y proceso de escritura bastante interesantes, las hará pasar canutas a quien no tenga ni repajolera idea de Literatura Francesa en concreto y un mínimo conocimiento de Literatura Universal en general. Las referencias literarias SIN ANOTAR campan por sus fueros de principio a fin. No solo de autores y obras, sino que Magny menta personajes y argumentos en modo chorreo. Y una, que sí, sí leyó en su día a Balzac, a Stendhal o a Keats; se atragantó con Flaubert y no se arrimó jamás a Cocteau, a Sainte-Beuve o a Racine, se ha quedado más fría que un fiordo noruego a las dos de la mañana. Todo esto no quita para que me hiciese muchísima ilusión como regalo.
Recomendación: a interesados en el proceso de escritura, como he dicho, leiditos o toca sudar y tirar de Wikipedia.
Foto: Robert Doisneau