Ella decía que su mejor relato era «El negro artificial» pero yo elegiría «Un hombre bueno es difícil de encontrar», seguido muy de cerca por unos cuantos. El poderío de esta mujer para configurar personajes en dos, tres puñeteras líneas y medio diálogo es alucinante. En todos sus relatos aparece el racismo, el clasismo y una crítica descubierta a la hipocresía religiosa (ella era católica practicante) así como debates éticos varios. La violencia también está a la cabecera de la mesa y durante el banquete de lectura es fácil observar la profundidad del texto. Me ha sobrado algún ensayo y he disfrutado especialmente el apéndice con las opiniones de la propia autora sobre sus relatos. Un librazo para empezar el Café Deborahlibros de este año. Gracias, Javier… una vez más.
Recomendación: a gustosas de relatos de cinco tenedores.
Foto cabecera: fanfan.es