Los de KEN vuelven cada año por estas fechas con su única joyita sacada del horno, con sus ediciones rescatadas o bilingües, con sus nuevas traducciones o sus ilustradores dando en el clavo. No tengo comisión, si eso es lo que estáis pensando, y fue ver la cubierta de este Balaam de Chacel y querer leerlo y tenerlo todo uno. El relato (con título de referencias bíblicas) en una escuela rural de un lugar indeterminado de Sudamérica es una delicia,  la ambientación de Chacel es impecable pero el texto casi se lo come con patatas la ilustradora. Carmen Salgado Amado consigue de forma delicada y elegante poner imagen a los padecimientos de Chela ante la abusona de la clase, a las risas de los críos por las payasadas de Mauricio, pero, sobre todo, al aire de nostalgia por «estos días azules y este sol de la infancia» que diría Don Antonio. Un capricho de libro.

Recomendación: a gustosos de relato de infancia y esos días e inocencias que ya no volverán.

Foto cabecera: memoriasdeleticiavalle.blogspot.com