Muchos son los motivos por los que me ha gustado esta autobiografía de autora negra sureña pero por encima de todos prevalece el desmontaje del punto de vista blancocéntrico que tenemos todos y todas cuando miramos hacia los Estados Unidos. Y lo tenemos porque la propia sociedad está construida bajo esa premisa. La lectura de la infancia de Angelou ha sido como caminar con una niña negra de la mano que va señalando con el dedo hacia dónde hay que mirar: Los referentes literarios blancos, la centralización de recursos en barrios blancos, el acceso a la educación… blanca, etc, etc. En ese sentido, este libro es revelador y cristalino. Angelou desarrolló una temprana conciencia de raza que le permite no fallar ni una cada vez que nos indica hacia dónde girar la vista. Se adereza todo ello con un machismo estructural propio del patriarcado detodalavidadedios. Hay mucho más y lo comentaremos esta tarde en el Club de lectura deborahdor, a las 19h, con temperatura de Arkansas, para ambientarnos mejor. Ya os digo que ha sido toda una experiencia lectora.
Recomendación: a interesados en racismo, historia de EEUU, y machismo. Junto o por separado, lo mismo da.
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