
Releo este libro pasados veinticuatro años sin apenas recuerdos de mi primera lectura y me reencuentro con la sensación final de estar ante tremendo libro. Una tragedia mexicana escrita a las mil maravillas que adelanta el realismo mágico que después arrasaría los libros de texto tras el nombre de García Márquez. La violencia, las injusticias, las pasiones, todo me renueva el descomunal cabreo de contemplar el gran olvido de Garro en esos manuales rematado por fajas de ignominia. Qué bien haber recordado su futuro éxito.
Recomendación: a gustosos de literatura pata negra, en concreto la que inaugura el realismo mágico.
Nótese que he releído la edición de Siruela que degusté en el ’96, aunque la que ande ahora en el candelero sea esta de Alfaguara de 2019.