Precioso homenaje de Ana Penyas a sus dos abuelas que puede hacerse tranquilamente extensivo al 90 por ciento de su generación. Mujeres que pasaron una guerra y una posguerra, que en muchos casos se casaron sin amor, que tuvieron hijos a los que se dedicaron en cuerpo y alma y que, en resumen, curraron como mulas y sacaron familias enteras adelante. Mujeres mayores que ahora hacen suyas, meten bajo sus alas, a las tertulianas televisivas cuando la soledad aprieta. La motivación del título del libro es magnífica, así como, en especial, las viñetas del trabajo en el hogar y el empoderamiento al volante de la abuela Herminia. Las apariciones metaliterarias están muy trilladas y sería el único, pequeñito, casi insignificante, «pero» que le colgaría a este libro. Me ha encantado.
Recomendación: a gustosos de historias de mujeres, novela gráfica de trasfondo social, memoria histórica, feminismo e historia de este país.
Foto cabecera: Biel Alino