No sé cómo resultará Mika en modo faraones habiendo visto su Sinué en el 90% de estanterías de casas y en el 100% de puestos de ferias de libro antiguo que he visitado, pero esta novelita tiene un componente surrealista que me ha dejado a mí en modo pasmo. Las cosas que jamás suceden son accidentes de avión de los que sobrevives cuando eres un finlandés a quien la vida ya te había ya matado y en los que encuentras a una mujer sedienta de todo y sin nada que perder, un tatuador, un mono y una zíngara, entre otros especímenes de fauna pre-bélica. Sólo sabemos que corre el año 1939 y que probablemente la acción se sitúa en Europa. Waltari no tenía su día alegre cuando se arrancó a escribir esto, está claro, pero ambienta como él sólo y saca la porquería interna a flote que da gusto verlo. Luego se encarga -meticuloso- de omitir nombres de personajes y lugares que no hacen sino acrecentar la sensación de irrealidad y alienación que rezuma todo el texto. Su estilo es de frase cortita, aviso, pero tanta asfixia metida en tan pocas páginas sólo puede resultar en un buen libro. Inédito hasta ahora en castellano, dicen. Pues gracias, Navona, por el trago.

Recomendación: a gustosos de buenas novelas raras e intensitas.

Foto cabecera: elcorso.es