Me he caído esta tarde por la biblioteca y lo que yo he tomado por novela gráfica ha resultado ser un ejemplo -maravilloso- de literatura del duelo. Meurisse sobrevivió a la masacre de Charlie Hebdo por puro azar y después, en la fase «Pero cómo coño voy a seguir con mi vida» es cuando todo colapsa. A Catherine se le juntó el estrés postraumático con amnesia y disociación de la realidad, pero enfrente estaban las ganas de vivir y el sentido del humor, y liderando el rescate avanzaba la pasión por el arte, la contemplación y exaltación de la belleza. Se lanza a revivir los pasos de Stendhal por aquello de que un síndrome quite a otro síndrome y termina construyendo su propia superación. Por resumir, me ha encantado esta aspiración a la levedad entre tanto fango.
Recomendación: a gustosos de cómic/novela gráfica autobiográfica sobre tragedia del Charlie Hebdo (2015), a gustosos de literatura del duelo.
Foto de cabecera: elespectador.com