He aquí libro de semblanzas de personajes históricos divididos en dos grupos: temperamentos artísticos y temperamentos religiosos. Si se pudiera viajar al pasado, los siglos XVIII y XIX, en general, me los saltaría con pértiga, con excepción, por supuesto, de un garbeo por París en verano de 1789 y una visitica a los románticos ingleses. Dos semanas mínimo. Esa es la explicación por la que durante la mayor parte de este libro (dedicada al torbellino llamado William Blake) yo sólo quería que llegase Byron y, claro, al dedicarle sólo tres páginas, éstas saben irremediablemente a poco. El monumento a Charlotte Brönte compensa (algo) pero también me ha dejado con hambre teniendo en cuenta el detalle desplegado con Blake y, por último, los temperamentos religiosos (Francisco de Asis y Lev Tólstoi entre ellos)  me han resultado interesantes no siendo este uno de mis temas favoritos. ¿Y qué es lo que más me ha gustado del libro?, pues el propio Chesterton: su conocimiento de las épocas y de los biografiados, su sentido del humor (so English) y en general su capacidad de profundización (aspectos religiosos, políticos, filosóficos e históricos incluidos) de tal forma que este hombre no sabría escribir una superficialidad ni aunque se la deletrearan al oído. La cuestión es: ¿escribió más semblanzas de escritores?, si existen ¿dónde están? y, lo más importante, ¿por qué no están en mi estantería?.

Recomendación: a aficionados a las biografías, «frikis» del XVIII y XIX, fans del arte del grabado y de la pintura (esto va por Blake, la van a gozar) y gustosos de reflexiones religiosas. Sí, va todo en el mismo lote.

Foto cabecera: Hulton Archive, Getty Images.