Como no he podido encontrar la imagen de Seumas para la cabecera, aprovecho para publicitar el Connemara, que los cliffs of Moher se llevan la fama, pero el Connemara carda lana a saco, a mí para rato se me olvida. En fin, al ajo irlandés. He aquí novelita corta cuyo tema general es la vejez, la muerte y que no somos nada, pero contado a la irlandesa, esto es, con ironía, prados hiper-verdes, cementerios legendarios, supersticiones locales y cotilleos varios. El tejedor ha muerto y hay que enterrarlo en un cementerio de cuento con nombre gaélico, pero antes hay que recordar dónde puñetas está su tumba. Con párrafos deliciosos, arranca unas cuantas sonrisas. Totalmente Made in Éire.
Recomendación: a gustosos de novela corta irlandesa con dosis de humor negro. Primer capítulo, cortesía de Sajalín, aquí.
Foto cabecera: Connemara National Park, PBase.com
Qué buena pinta. Reconozco que todo lo que huela siquiera a la verde Irlanda tiene muchos puntos para que me guste. Lo apunto para leer en un viaje en tren… Ahora mismo estoy con el último de la irlandesa Edna O’Brien… Todo un descubrimiento para mí!
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Ah, yo tengo pendiente a Edna, sois ya unos cuantos los «O’Brieníacos» 🙂
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Yo soy O’Brieníaco pero de Flann, no de Edna. A Edna no tengo el gusto, pero Flann, qué grande es.
Para amantes de Irlanda con toques de locura de Lewis Carrol y mucho sentido del humor.
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Gracias, Roberto. Apuntadísimo.
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