Dice Peixoto que con este libro hizo «contra-robo», se recorrió las librerías de Lisboa con sus amigos y cuando el dueño se despistaba dejaban ejemplares en las estanterías «con la esperanza de que a alguien le llamase la atención, lo leyese y hablase de él”. Eso fue hace veinte años y ha sido traducido a veinte idiomas. Como nosotros «semos» así y Portugal está tan lejos, se ha publicado este año en España. En un monólogo incontenible, como lo es el dolor, Peixoto desahoga el duelo por la muerte de su padre con una prosa lírica de estilo genuino, construida a partir de recursos retóricos (repeticiones, elipsis, metáforas, juegos de puntuación) desplegados en grandes párrafos que te arrastran hasta cada punto final con la lengua fuera. Estamos hablando de todo el amor y el dolor de un hijo desarrollados en apenas 50 páginas y atomizados en dos pronombres en el título. La enorme ausencia en los objetos, en los espacios, en los recuerdos, en cada percepción sensorial, en la naturaleza y, al fin, en el alma misma del autor te arranca lágrimas aunque esta fuera una lectura premeditada de la llamada «literatura del duelo». Un pedazo de ejemplo del género. Inolvidable.
Recomendación: a gustosos de literatura del duelo, a cualquiera.
Foto cabecera: voltaaomundo.pt
Tiene su mérito porque poner palabras a ese dolor es una tarea muy difícil. Un saludo y gracias por informarnos de la existencia de este libro.
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