Adaptación de una obra de Carrière inspirada en un par de anécdotas reales del autor (una con Buñuel, otra con una actriz de doblaje de pelis porno, léanse el prólogo) que recoge el léxico en torno al sexo a través de una serie de cartas que escribe un filólogo respondiendo a la petición de ayuda de una actriz de doblaje de porno hasta el moño de las mismas cantinelas, en busca de sinónimos y riqueza léxica para su tarea. El curro de adaptación de Ricard Borrás ha tenido que ser soberbio (impecable el Erotoepilogus de A. Blecua, que es ya para nota) para que Carrière consiga en la versión castellana lo que quería cuando la escribió en francés: carcajadas. Unas cuantas ristras de expresiones arrancan sonrisas pero contiene alguna perla, lo reconozco, que va a ser difícil de olvidar (Vgr. regionalismos del cunnilingus). Así ha caído mi primer libro de Blackie Books. Vamos bien.
Recomendación: a filólogos, claro, a aficionados al vocabulario y los sinónimos (que los hay, como al ajedrez o las plantas) y a curiosos del léxico erótico.