Es decirle a mi bibliotecaria de cabecera que va a venir Alicia Palmer a la librería a presentar «Esclavas» y enchufarme este libro, todo uno. Puede que un «contrapunto», dijo, y el relato más honesto referido a la prostitución que había leído ella. «Que ya vale de hipocresía y estigmas». Y algo tiene el agua cuando la bendicen y la bibliotecaria con ojo clínico te pone un libro en el regazo, claro. El valor de este libro está en el testimonio (no en el continente) de quien firma: Montse Neira, prostituta, licenciada en Ciencias Políticas por la UAB y con unos ovarios de acero inoxidable revestido de poliuretano inyectado. Esto último es, obviamente, impresión propia, teniendo en cuenta la profesión a la que libremente se dedica y reivindica como modo de vida en una sociedad en la que, ni de globo, estamos listas y listos para, al preguntar «¿y tú a qué te dedicas?», encajar sin respingo un «yo soy puta». Y quien esté libre de sospecha que se coma el primer sugus. Luego pueden llegar los debates sobre abolicionismo, regularización o ni para ti ni para mí la perra gorda, pero escuchar (leer, en este caso) el testimonio personal de alguien que se dedica al tema me parece lo mínimo para empezar a construir una opinión más objetiva y generar el respeto, muchísimo respeto, que hay que desplegar para arrimarse al asunto. ¡Gracias Olga!.
Recomendación: a quien busque información sobre prostitución y estigmas sociales.