Dentro del género vonnegutiano, porque este hombre es un género en sí mismo, podríamos diferenciar la ida de olla radical, aquella que mantiene una mínima coherencia argumental, y la moderada, donde la historia aparece más armada y los histrionismos son más discretos. Si Desayuno de campeones pertenece a la primera categoría, estas Sirenas son ejemplo de la segunda. El método es el mismo, Kurt extiende la cuerda del tendedero, el argumento, como mínimo apoyo para colgar los trapos que quiere exponer: la especie humana, la religión, el ejército, la mecanización, el capitalismo. Toda la ropa sucia que tenemos. Y mientras tiende la colada, se parte el eje a carcajadas. Y tú con él cuando lo lees. Magistral.
Recomendación: a gustosos de autocrítica universal, ciencia ficción con enjundia y a fans de Vonnegut, claro. Una joya.
NOTA DE PRÉSTAMO: Estaba en casa. Menos mal.
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