He decidido cerrar este ciclo de lecturas reivindicativas que me he montado yo sola con este clásico de la novela gráfica. Si viene el otoño caliente, que me pille leída. Dicen los editores de este volúmen que la obra maestra de Moore es Watchmen (caerá, al tiempo) pero que esta tiene su genialidad inigualable. En esta distopía, el fascismo llega a Inglaterra tras una guerra nuclear. Un solo hombre se encarga -mediante una venganza milimétricamente pensada- de dinamitar el estado opresor. Lo que más me ha gustado es el personaje principal y sus reflexiones políticas ( el aborregamiento ciudadano, anarquía vs caos, etc.) y lo que más miedo me ha dado ha sido la vigencia de algunas «cositas» que aparecen en el libro… que ya no es un libro, es un icono.

Recomendación: a gustosos de estupenda novela gráfica sobre resistencia en sociedad fascista.

NOTA DE PRÉSTAMO: Todavía dura el alijo que cayó en mayo en la Strand. Y seguimos amortizándolo.