Knockemstiff, de Donald Ray Pollock

Aunque tengo unas tragaderas nada desdeñables y aunque esté en pleno período vacacional, (casi todo cabe en mi oasis lector de julio) Pollock da un nuevo sentido al concepto «abandono personal» y pone a prueba el sistema digestivo del respetable con una sarta de relatos estupendamente hilvanados que perfilan un collage del inframundo estadounidense. El Ohio de la llamada «basura blanca» huele a mierda, caravanas mugrientas, pelos grasientos, drogas por un tubo, tíos violentos, mujeres de usar y tirar y escupitajos de tabaco. No sé si me explico. Lo más fuerte de todo es que me ha gustado. Algo de esperanza, poca y agónica, asoma por los cantos del papel. Hay que escribir bien para contar esas salvajadas de esa forma y que termine gustando tanto.

Recomendación: a quien busque emociones fuertes, del «verbo» fuertes. Si alguien no se atreve, que pruebe a leer antes el primer capítulo (enlace en la  pestaña LEER/DESCARGAR del blog) o el prólogo.

NOTA DE PRÉSTAMO: Me lo compré en la Feria del Libro y no me arrepiento. Van dos de dos con los Libros del Silencio. A ver hasta cuándo sigue la racha…

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