
Ayer comentábamos en el club de lectura que en un momento como este, en el que entras en una librería y te asalta la mesa de ensayo con el apocalipsis capitalista, el renacimiento fascista y los mimbres del último genocidio, este librillo nos ha dado un respiro. Sólo un pequeño respiro que se agradece. Dickens no dejaba de ser una privilegiada hiperactiva que se puso a currar «porque se aburría» sobremanera. El servicio doméstico de la Inglaterra de los años ’30 no tenía nada de gracioso pero Monica consigue hacerte reír a carcajadas (de más a menos a lo largo del libro, eso sí) con un sentido del humor y una ironía que qué más hubiese querido su bisabuelo tener. Agradezcamos a las compañeras de ayer la charla y a la librera Pilar que nos recomendara este oasis lector antes de que el mundo empezase a desmoronarse… otra vez.
Recomendación: a gustosas de lectura desengrasante y entretenida sobre cocinera descacharrante en la Inglaterra de principios del XX.
Foto cabecera: thetimes.com


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