
El objetivo era viajar a la Ruanda de 1973 y así lo hemos hecho. Mukasonga elige como escenario un liceo cristiano de alumnas para fotografiar el genocidio de 1994 en estado larvario. También lo consigue. Fascinan las formas fascistas de manual de las adolescentes hutus y los sistemas de cuotas para la minoría tutsi. Mukasonga escribe todo el relato a dos tintas: la del racismo y la del machismo, y así no permite que en ningún momento desaparezcan ambos. Mucha tela que cortar mañana en el club de lectura, os dejo algún complemento interesante en el Canal Deborahlibros de WhatsApp (aquí). Menudo viaje.
Recomendación: a gustosas de literatura africana, temática machista y racista; relatos adolescentes y gestaciones de genocidios.
Foto de cabecera: Thibaut De Corday


Deja un comentario