
Estaba este cómic en mi radar desde la -jubilosa- lectura de María la «Jabalina» (recientemente premiada por las librerías de Navarra) y el trabajo es ímprobo. Se trata de documentar en formato cómic el accidente de metro de Valencia de 2006 y la lucha posterior de los familiares contra oleadas ingentes de abusos de poder, corruptelas, complicidades, chanchullos y chapuzas jurídicas varias por evitar que la verdad saliera a la luz. Digo que es ímprobo porque meter tanta porquería moral en 200 páginas tiene que haber sido un ejercicio de síntesis mayúsculo. Destaco especialmente la forma gráfica de reflejar la manipulación a través de seres tentaculares. Un volumen espectacular que se convierte en perfecto homenaje a víctimas y a la lucha de sus familias.
Recomendación: a cualquiera.


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