Pasaba por la biblio y me he encontrado el Premio Nacional del Cómic 2022 con la cubierta simulando las antiguas de Burguera y he pillado asiento, claro. Esto cae en 20 minutillos majos y calmos. Esto sería el lado oscuro -por no decir gore– de aquel otro cómic que nos contaba la historia de los autores que abandonaron Bruguera en los ’50 para montar la revista Tío ViVo, «El invierno del dibujante», de Don Paco Roca. En este pacto lo que destaca para mí -y para bien- son tres cosas: por un lado el dibujo, que homenajea totalmente al estilo de la casa (maravillosa recreación), por otro la estructura, en la que se mezcla la narración lineal con un falso documental (al estilo de «La divina comedia de Óscar Wilde») donde dibujantes de Bruguera van dando sus supuestas opiniones. Y por último la historia en sí, que de graciosa tiene, en mi opinión, bastante poco. Todos los ingredientes resultan en una mezcla estupenda, qué queréis que os diga, juega con elementos de ficción y de realidad como si hiciese malabares. Gran pacto.

Recomendación: a gustosos de cómics y de la historia del cómic en este país.