Lo mejor de este libro es la historia (real) que cuenta, el único problema es que hay que aguantar al narrador. Un militar inglés que ni quiere ni puede evitar sus juicios de valor (ay, cuando habla de los lapones…) así como sus soflamas patrióticas. Esto lo pilla un Moehringer, un Daniel James Brown y hace tiramisú casero con él. Nadie gana a los yanquis en estas lides. Por lo demás es un librazo de aventuras, persecuciones, supervivencia, nazis, solidaridad a paladas y nieve por un tubo. Ideal para agosto, vamos. Howarth cuenta la odisea gélida que tuvo que pasar Jan Baalsrud, un noruego que llegó en un barquito a pocos kilómetros de Tromso (pillad el mapa, fliparéis) desde Escocia dispuesto a echar una mano a la resistencia noruega durante la ocupación nazi. Desde el minuto uno se queda solo en la empresa y a partir de ahí tenemos un carrerón por salvar la vida. Detrás, pisando los talones, los nazis, que no necesitan presentación, delante la Noruega ártica en todo su puñetero esplendor escandinavo y al lado un despliegue de solidaridad desinteresada de currelas vikingos que viven -dios del amor, pero cómo es posible- en casitas desperdigadas por el
puto Polo Norte. Un relato casi inverosímil y a ratos emocionante. Como he dicho al principio, sólo nos sobra el inglés pedante.
Recomendación: a gustosos de crónica de supervivencia durante la II Guerra Mundial, a escaladores, mendizales, esquiadores, curiosos de Escandinavia y aficionados a la nieve en general. A fans de historias solidarias extremas.
Foto cabecera: este señor es Jan Baalsrud, el protagonista del libro, no David Howarth (autor). Fuente: dagbladet.no
Hola:
No sé si existirá ya alguna (supongo que sí), pero la historia de los republicanos españoles que participaron en el desembarco de Narvik, en 1940, también tiene una novela…
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Perdón: quería decir que tiene PARA una novela…; )
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Suena bien… ¡Gracias!
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