Degusto por primera vez a la Ginzburg en esta programación italiana que me he autoimpuesto para principios de año. Y entre Michele Serra y esta señora voy haciendo pleno al quince. Historia de mujeres que ceden, que no viven, que tienen miedo, que se casan, que obedecen, que se aburren, que aguantan cuernos, que quieren querer y no quieren. Arranca por la puerta grande esta historia de un matrimonio aburguesado cuando la voz de ella escupe ese «Le pegué un tiro entre los ojos» que te pone en el candelero por la vía rápida. La novela es el camino hasta ese disparo y el final, el verdadero final, me ha parecido bueno de escándalo. Como el relato en general. No da puntada sin hilo doña Natalia.
Recomendación: a gustosos de novela pata negra sobre relaciones maritales y en concreto sobre posición de mujer en sociedad cristiana occidental.