Ya sé que soy la última en llegar pero me importa un pimiento. Lo mejor -y no es coña- de este libro es imaginar constantemente a Ben Affleck -no, no he visto la peli- en el papel de marido puteao, eso y los niveles de hijoputez de la doña, que, lástima, rozan demasiado lo inverosímil. Esto es la versión S. XXI de «Durmiendo con su enemigo» y con los papeles invertidos, en este caso, la mala es ella. El argumento se reduce a que ella, cabreada hasta las trancas por una infidelidad, simula su desaparición y se lo curra, a fondo, para que incriminen a su marido por asesinato, a todo esto estando ella en cabañas con lago, claro. Así que aquí tenemos hamburguesa… pero del Foster’s, con carne más rica, al punto y pan decente.
Recomendación: Eficaz en un viaje largo o en un día de convalecencia, como por ejemplo, hoy.


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