Qué primer contacto con «Somer». Ponga a un decimonónico en su vida, oiga. Está escrito en el XX pero todavía tiene mucho del anterior. Esa mentalidad victoriana queda impecable para denunciar a grito pelado la hipocresía de la sociedad colonialista británica media. Dos parejas (doctor y señora, reverendo y señora) se quedan «atrapadas» -el motivo nos da por saco- en una isla del Pacífico y coinciden con una prostituta en el mismo edificio donde se alojan. El reverendo-talibán no lo lleva bien. Nada bien. Con esos mimbres y en apenas unas hojitas Maugham hace dulce de membrillo. De cinco tenedores, para más señas. Caerán más de este hombre.
Recomendación: a gustosos de novela corta que denuncia la hipocresía puritana y la moral imperialista de un plumazo.
NOTA DE PRÉSTAMO: De la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Me costó 5 euricos. Amortizado hasta el infinito y más allá.
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