No hay bestia tan feroz/que no conozca algo de piedad.
Maravillosa cita, por lo estética, por lo coherente con el texto- que abre este relato inspirado en la vida real de un delincuente californiano en los años ’70 que dedicó su estancia en la cárcel para leer (no hay como estar leído, la verdad) y que consiguió auto-rehabilitarse hasta llegar a ser el Mr. Blue de Reservoir Dogs. Lo de «auto» va porque la sociedad y sus sistemas no se lo pusieron nada fácil a alguien condenado desde el minuto 1 de partido a delinquir y a sufrir -evidentemente- las consecuencias de sus delitos de forma simultánea. Se plantea durante todo el relato una batalla constante entre el individuo y la sociedad -que no entre el bien y el mal- en la dicotomía libertad individual vs reglas colectivas. Bunker consigue mezclar su propia experiencia con el formato novelesco de tal forma que nos sirve un plato completamente verosímil que nos tragamos sin rechistar.
Recomendación: a gustosos de buena novela de ambiente talegario y delincuente en Los Ángeles hace 40 años.
Lo tengo apuntado de otro espacio. Refuerzas mi intención de hacerme de un ejemplar, con tus líneas.
Un beso.
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