Muy grande. De vez en cuando un poco de literatura bélica apetece, en general porque los libros sobre guerra suelen ser los más antibelicistas, esos que te asoman a una décima parte de lo que debe de ser aquella y aún y todo, alucinas. Klay lo hace con la guerra de Irak de forma soberbia porque no deja ángulo sin mirar: el marine de a pie, el marine administrativo, el funcionario civil, el capellán del regimiento, el épico de «Operaciones Psicológicas» o el artillero novato y el de asuntos funerarios. También en diferentes momentos: estando en la refriega, al volver a casa, al salirse del cuerpo… una visión poliédrica contada con estilo. Hasta el relato de los acrónimos (necesitas el glosario final para decodificarlo) tiene su enjundia. Buena lectura.
Recomendación: a gustosos de relatos bien paridos sobre la guerra de Irak.
NOTA DE PRÉSTAMO: Fue un regalo -magnífico- recibido en mi tour por las librerías de Barcelona.


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