El traje nuevo del emperador. Funciones del arte, su mercado y contradicciones, de Aitor Berraondo

Alguien en la cuadrilla escribe un libro. Te enteras a toro pasado -buena estrategia- y le dices, hombre, que rule, ¿no?. Otro que ya ha caído te comenta por lo bajo que «es un coñazo tremendo» (sic), pero «que se lee rápido», que se pasa pronto, vamos; peor todavía te lo pone tu contrario (y es su cuadrilla, joder) cuando te dice que no piensa leerlo. Y tienes cena el día 8 con Aitor y a ver qué le dices. Aitor estudia Historia del Arte en su tiempo libre y con este libro pretende explicar qué coño ha pasado para que una cama revuelta deje de serlo y pase a subastarse por 3 millones de euracos. A mí el tema me interesa porque tengo cama y puedo revolverla a saco; y el repasito por la función del arte a lo largo de la Historia me ha venido bien, porque lo tenía todo un poco oxidau desde COU. La introducción a marchantes, galerías, casas de subastas y ferias varias se agradece más. El libro no es de lectura ágil, está -muy- condensado, tiene erratas (jodé que si tiene erratas, Aitor, habérmelo pasado antes y te lo dejaba niquelado); pero sí te deja clara una cosa: el valor simbólico de la obra de arte lo carga el Diablo y todos chupan y choran a su alrededor a mansalva. Más barra libre que nos va a petar en la cara.

Recomendación: a gustosos de teoría del arte, repaso acelerado de la Historia del Arte y el pedazo tinglado del mercado del arte.

NOTA DE PRÉSTAMO: Me lo han pasado pero, al precio que tiene, lo daría por amortizado.

4 respuestas a “El traje nuevo del emperador. Funciones del arte, su mercado y contradicciones, de Aitor Berraondo”

Anónimo

noviembre 10, 2014 at 7:52 am

Hola soy «el otro» que ha leido el libro y que tambien fue a la famosa cena, muy rico todo por cierto, y cierto es que el libro se lee rápido, que está sin corregir si, y que aburre a ratos si, pero otros no, pero tiene razón en el mensaje que manda, y aquí ¿no habíamos quedado en que lo importante es tener razón? pos eso.

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Deborahlibros

noviembre 10, 2014 at 9:54 pm

Todo riquísimo, casi demasiado, que cené como si hubiese fumado la semana anterior y el mundo fuese a acabarse ya.
Unté, actually.

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A.C.

enero 21, 2016 at 9:29 am

Yo soy la hija pequeña de la vecina, la de tu madre y puede que me pase a echarle un vistazo. Al libro de marras (que los dioses me den fuerza para pasar de las erratas, jeje) y ya que estamos a la librería y la librera. 😊

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Deborahlibros

enero 21, 2016 at 9:36 am

¡No tengo el libro! ¡está en e-book!, te dejo el enlace por si quieres comprarlo:

¡¡Abrazo!!

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