Una vez fichado el título en las Librerías de Jorge Carrión y empujada últimamente por Francesc y por las apenas 55 paginillas que lo conforman, me he animado a volver a Zweig para dar por finiquitada mi relación con el autor cuatro libros más tarde, si bien es mejor despedirse de su soporífera escritura burguesa de principios de siglo XX con buen sabor de boca y este Mendel lo deja. Un homenaje a libreros y libros a través del personaje de Jakob Mendel, anticuario bibliómano y portentoso catálogo humano que vive sólo por y para ellos. Hasta que llega la guerra, claro, reventando todo lo que huela a civilización y cultura y dinamitando el mundo de Jakob por el camino. Lo mejor del libro es el párrafo final pero, tranquilas, que se llega pronto y Stefan escribe bien, aunque a mí me divierta su escritura -en general- tanto como observar la evolución de una ameba en el Mar Muerto. Agur Zweig. Con Mendel, te dejo.
Recomendación: a gustosos de relatos sobre libros y libreros. Cae en un suspiro.
Deborahlibros 
Es el único de Zweig que me ha gustado algo. Y hay que tener cuidado al decir algo así pero es lo que es. Carta de una desconocida me pareció hasta algo tramposo y Novela de Ajedrez no me llegó a interesar del todo. El tal Mendel es un personaje que casi nos obliga a empatizar con él. Supongo que leeré algo más pero por ahora creo que no. Un saludo 🙂
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Lo dicho, yo ya he cumplido con él: 24 horas en la vida de -creo, cito de memoria- una mujer, Ardiente deseo, Novela de ajedrez y esta. Se acabó.
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Hola. Es muy bueno en el ensayo. Y en narrativa no has leído el mejor: «La impaciencia del corazón».
Un saludo.
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No sabía que su fuerte era el ensayo, lo anoto. A mí su prosa me aburre soberanamente, y mira que me he esforzado, pero ni por esas.. Gracias por la recomendación, ¡un saludo!
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Sus biografías (María Antonieta, Fouché, María Estuardo) me convierten por un rato en una dama decimonónica. ¡ Eso es un descanso!
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