
Ya que tengo la biblioteca pública inaccesible todo el mes de agosto, o tiro de estanterías o de préstamos «amistosos». Éste (que lo tenía fichado en librería) pertenece a los segundos y aunque lo tuve en las manos varias veces, la puñetera publicidad de la editorial no hacía más que repeler mis instintos devoradores, y con razón: Asa y Stieg puede que tuviesen en común, además del apellido, el color de ojos y poco más. Dos cosas me han chocado, la primera el pedazo de clima (leerlo aquí en agosto mientras enceran los esquís para poder ir a por el pan en la novela resulta surrealista) y la segunda el envoltorio religioso (puro atrezzo en la trama) de las, me lo invento, iglesias escandinavas unidas en las que los fieles mentan a Dios hasta para untar la mantequilla en la tostada. Por lo demás, la trama está conseguida, consigue enganchar ( aunque el frío y las parábolas me lo pusiesen difícil) y entretiene, que es a lo que aspira. El «fallo» más evidente es que la inspectora de policía recuerda «demasiado» a la de
Fargo, al menos la dueña del libro y yo coincidimos.
Recomendación: Novela de suspense muy apta para período vacacional, ojo, nada que ver con Milenium.
NOTA DE PRÉSTAMO: A ver cómo me apaño lo que queda de mes. Se admiten más préstamos. Devuelvo ejemplares siempre y en plazo.
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Pues al final me lo leí, me lo habían regalado pero no he tenido tiempo hasta estas vacaciones… y he de decir que aunque al principio engancha, me parece que se ve de lejos quién es el malo y el final no vale un duro. la rebeka martinson ésta es como una escoba, ve la vida pasar y prau… nada, nada, larsson sólo hay uno, está clarinete.
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A mi tampoco me convenció para nada. Reconozco que se lee fácil, pero poca cosa más.
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