Mientras lo leía pensaba en el impacto que tuvo que tener en las mentes de las mujeres de los años 30 la lectura de este libro claramente comprometido socialmente. Hablando de emancipación, de los diversos yugos que oprimen a las mujeres, de lucha obrera, de abortos asesinos, de hambre, de la hipocresía social, de la miserable patronal y el sistema capitalista, todo en una novela en torno a un salón de té en Madrid. No había leído nunca literatura proletaria escrita en castellano y apenas es mi segundo libro del género tras aquel Kanikosen editado por Ático de los Libros. Como en aquel, la ambientación (con descripciones someras pero eficaces) es casi perfecta. La rabia en este caso viene de la causa feminista de la autora. Gora Carnés y siempre gora.

Recomendación: a cualquiera que quiera saber cómo funcionaba el mundo en los años 30 en este país.

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