
Podría parecer que esto va de campañas electorales y no. Va de mundos que desaparecen. Con sus gentes dentro. El mundo rural y en contacto con la naturaleza vs el urbano y cosmopolita. También aparece -maravillosas referencias- el feminismo, la guerra civil y todo lo que no podemos obviar en una historia situada al final de la dictadura de Franco, fascistas incluidos en su tarea violenta (no duda Delibes en las denominaciones) e intelectuales de izquierdas buscando su proletariado, que de tanto parar a pensar en cada árbol a veces dejamos de ver el bosque. Yo me quedo con ese escribir del maestro, que es aparecer el Sr Cayo en escena y empezar a florecer ese vocabulario delibesiano sobre aperos, plantas o pájaros que son ánforas léxicas para estar horas observando. Muchísima enjundia servida en continente artesano, como suele practicar Don Miguel. Me ha encantado, claro.
Recomendación: a cualquiera.


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