Llegar a la considerada obra maestra de Vonnegut después de «Las sirenas de Titán» y «Desayuno de Campeones» me ha venido bien para situar los viajes en el tiempo, las marcianadas y demás escenografía elegida por el autor para empotrar un monumento antimilitarista como este. En esta ocasión no estira el extremo delirante de las gloriosas y mentadas anteriormente porque se le ve conducir con el freno de mano echado. Y el freno es la Segunda Guerra Mundial en general y el bombardeo de Dresde en particular. Una carnicería de fuego olvidada que Vonnegut vivió in situ. Los habituales mandobles al sistema capitalista y a la hipocresía religiosa aparecen pero tampoco como en otras ocasiones, aquí hay una mancha de muerte e impotencia que lo cubre todo como una sábana negra desde el primer «Es lo que hay». Encontraréis esa frase como una letanía tras cada muerte que relata el libro. También está el maravilloso sentido del humor de Vonnegut que tanto abrazamos, pero esta vez viene con poso amargo. Un gran «somos lo peor» que resulta incontestable. Una puñetera joya que he subrayado, disfrutado y deseado que no acabara.
Recomendación: a cualquiera.
Foto cabecera: bbc.co.uk
Excelente reflexión sobre un excelente libro. Editado, además, con mucha belleza. No se merece menos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Muchas gracias! La edición me ha encantado, sí.
Me gustaMe gusta
Saludos, desde república Dominicana. Compre esta edición muy bonita y bien diseñada , lo estoy leyendo y me esta encantado voy con calma para disfrutarlo más, porque lo que le da deseos a uno es terminarlo de un tirón; seguro que estará en mi lista de mejores lecturas este año . Como la mayoría de veces sus recomendaciones son muy acertadas Gracias.
Me gustaMe gusta
¡Muchas gracias! Que lo disfrutes mucho, un saludo desde Pamplona!
Me gustaMe gusta