Sigo «barnizándome». Y ya que en la biblioteca ayer no tenían el que yo quería, arramplé con este, que tenía pinta de entretenido. Resulta que Julian también es un cocinillas, pero no esperaba semejante despliegue de humor inglés. En este librillo que se lee en media tarde, Barnes eleva la flema británica a categoría de deporte, y él solito hace el mejor tiempo con la descripción de cómo despellejar una anguila que compró a un pescadero chino en Soho. Cómo explicaros, lo releo cada media hora mientras me seco las lagrimillas. Sí es cierto que en el repaso (meneo) que da al mundo culinario del cocinillas perfeccionista hay más bibliografía y referencias británicas (y francesas) que en un desfile de la Commonwealth, pero se le perdona todo. Los desesperos por no encontrar un ingrediente, las críticas a quienes maquinan los libros de recetas, a quienes fotografían platos impecables o a quienes utilizan artefactos disparatados en la cocina son la -maravillosa- salsa del libro.
Recomendación: a quien guste de libro divertido sobre aventuras de un cocinillas (muy) inglés.
Foto cabecera: http://www.dn.no
Hola. Yo aún no he tenido suerte con Barnes, no he leído esa maravilla que me obligue a perdonárselo todo, pero estoy segura de que lo encontraré si le sigo leyendo.
Te dejó mi visión del libro:
http://orlandiana.blogspot.com.es/2016/01/el-perfeccionista-en-la-cocina-de.html?m=1
Saludos
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¡Bueno! Para gustos… los colores. ¡Gracias!
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