Venía re
comendado por un ilustrador así que cualquiera deja pasar este pedazo de cómic, homenaje, todo él, a Don Diego y su influencia posterior en el arte. Combina varios estilos que suelen coincidir con saltos temporales, algunos funcionan cual tiras de «El jueves» incrustadas en la historia pero en general tenemos este trazo negro grueso que se ve en la cubierta dibujando la vida de Velázquez a las mil maravillas. Si los autores pretendían emocionar, pueden estar tranquilos que lo consiguen. Con Picasso cabreado pintando cuarenta meninas y Buero Vallejo pasándolas al teatro, con Dalí -épica frase- y Goya a los pies del maestro y esa viñeta -como el anillo de poder- uniéndolos a todos, vaya que si lo consiguen. Y andan sobrados.
Recomendación: a gustosos de biografías de Velázquez, curiosos del arte en general, amantes de la pintura en particular y a cualquiera que se arrime cerca. A mi madre, mismamente, le va a encantar. Premio Merecido Nacional de Cómic 2015.


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