La verdad, no sé qué tal músico será Jo Nesbo, ni si fue una pérdida de calado para la industria musical noruega el dia que decidió ponerse a escribir, pero por la parte que nos toca a quienes disfrutamos de libros de entretenimiento, tradicionalmente llamada literatura de evasión, gracias por cambiar de tercio y ponernos en bandeja entregas como ésta. La primera comparación odiosa, como los son todas, es con el libro anterior, Némesis, de la que sale peor parada esta estrella por los pelos, simplemente la asfixia psicológica de aquella estaba más conseguida.  En éste destacan el paseo por los infiernos del alcohol y la confluencia de tramas que tejen el argumento.
La segunda es con toda la terna de vikingos dedicados a la novela negra, y no voy a entrar a ese trapo, prefiero quedarme con lo mejor de cada uno (la verosimilitud bestial de Indridasson, la creación de Salander por parte de Larsson y la capacidad de enganche de Nesbo.) Mankell juega en otra liga. 

Recomendación: a seguidores de novela negra, preferible empezar por Petirrojo y Némesis

NOTA DE PRÉSTAMO: Voy invirtiendo en Nesbo y de momento voy amortizándolo.