
Si alguien se pregunta cómo llego a leer ciertas marcianadas la respuesta es sencilla: con un/a librero/a de cabecera. En esta ocasión el mío me puso este manual ilustrado sobre nubes en la mano mientras iba a atender a otra persona y de un minuto me sobraron 59 segundos para enamorarme. No sólo por la clasificación (nubes, estelas de condensación, tornados, vórtices, arco iris, halos… resulta que hay un mundo ahí arriba) y las -maravillosas- ilustraciones, sino también por la forma en la que está escrito. Como para mí. Con la dosis equilibrada y perfecta de divulgación científica y registro informal. Tiene la poesía y la preciosa anarquía de las nubes. Delicioso.
Recomendación: Dice Pretor-Pinney que él recomienda observar las nubes ahora más que nunca, así que a cualquiera necesitado de tomarse un respiro, a quien suela mirar hacia el cielo y a cualquiera que tenga la cabeza en las nubes, claro.
Foto cabecera: ilustración del libro vía cincotintas.com


Deja un comentario