
Aprovechando que tenemos a McGuire por Barcelona ahora mismo, me acerco a este libro que vendí en su día en la librería y que me dejó fascinada ayer en la biblioteca. Quienes sepan de él (primeras viñetas de 1989 y publicación de libro en 2016) andarán pensando que a buenas horas, mangas verdes, pero nunca es tarde si el descubrimiento es bueno. Lo que hizo McGuire inspirándose en el sistema «Windows» fue dibujar el paso del tiempo en un sólo espacio, universalizando sentimientos y situaciones familiares y homenajeando a sus seres queridos fallecidos. Hacer todo eso y hacerlo bien sólo corresponde a alguien con muchísimo talento, don, gracia, arte, como queráis llamarlo. Yo me decanto por «genialidad».
Recomendación: a todo el mundo, pero principalmente a cualquiera que crea que la novela gráfica o cómic no es un género literario en sí mismo.


Deja un comentario