
Este era un eterno pendiente (el libro es de 2006, edición en castellano de 2008) y a lo tonto tiene ya casi veinte «palos», así que me alegro de haberme caído en él, porque de lo contrario me habría perdido un librazo, voy avisando. Bechdel lo subtitula «Una familia tragicómica» porque estamos ante una (más) de esas escrituras catárticas que brotan de un duelo y retratan una biografía individual o colectiva que explique, que calme, que ayude, que algo. Y en este caso es magnífica. (La de tesis que podrían hacerse con las obras literarias surgidas de los duelos, gensanta). Aquí tenemos el duelo por un padre homosexual que no salió nunca del armario y amargó a su mujer e hijos por un lado y por otro la propia condición de lesbiana de la autora. Así que mucha represión, muchos silencios, pero, como indica el subtítulo -y como es la vida- también con sus dichas. El relato está muy bien estructurado, es profundo y conmovedor y mantiene un sustrato bibliófilo y literario (Bruce Bechdel era profesor de lengua y literatura) que me parece fabuloso. Desde luego, ya no miro al «Ulises» de la misma forma, aunque no tan bien como para abrirlo, no nos pasemos. Una gozada de cómic, así que más vale tarde que nunca.
Recomendación: a fans de cómic/novela gráfica con enjundia.
Foto cabecera: washingtonpost.com


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