Hay que ser bueno para parir un libro de aventuras infanto-juveniles ambientado en entorno bélico, en concreto en el sitio de Leningrado y salir indemne, pues Marosinotto clava la salida y su editor italiano le sostiene el cubata, porque parece ser que se ha replicado esa primera edición con cambios de tinta, recortes, anotaciones al margen, fotografías, mapas y todo lo que dos críos de 13 años meterían en unos cuadernos que usan como diarios durante la Segunda Guerra Mundial, creando un conjunto gráfico, a mi modo de ver, perfecto. Los dos hermanos gemelos son separados al inicio del libro y el asunto es desentrañar cómo o si consiguen reencontrarse. Las anotaciones al margen son de un general soviético que pone la voz del Partido que a menudo es la voz del adulto y arranca con ironía la sonrisa al respetable. Lo mejor no es que incluya el terror de la guerra o la corrupción en la URSS en la trama sino la diferenciación imprescindible entre bandos, banderas y personas. Probablemente un libro de 400 páginas no triunfe en las filas de la ESO, pero yo con esta lectura me lo he pasado bomba.

Recomendación: a gustosos de novela juvenil histórica.

Foto cabecera: unalinguadaleggere.it