
Quién pudiera. Escribir como esta mujer, digo. Semejante humor negro y mezcla de lirismo y crudeza convierten la experiencia lectora formal en pegamento Imedio en los dedos. La historia no desmerece. Es una novela sobre duelos, sobre enfermedad, familias rotas y autodestrucciones varias. Y cómo será la cosa para que todas estas alegrías entren solas, paseándose casi, hasta el tuétano de la receptora. Gracias a quienes elegisteis a Tatiana para el próximo club de lectura, ha sido refrescante descubrirla. Los «peros» , pocos, os los cuento el próximo jueves.
Recomendación: a gustosos de historias familiares y materno-filiales truculentas. Contadas sin filtro.
Foto cabecera: scena9.ro