Parece ser que existe gente a quien le toca la lotería, o la Bonoloto. A mí me caen -del cielo- clientes que me recomiendan perlas o clientes a quienes mi antiguo librero les ha recomendado perlas, y de rebote me dan una tarde de gloria (gracias, Mikel). Alabada sea la carambola. Formalmente la última novela que escribió Haruf parece un concurso de oraciones coordinadas y yuxtaposiciones, muy del estilo de su tierra; pero lo que me ha gustado es el filete, no el pan rallado del empanado. Una mujer y un hombre de 70 años, vecinos y residentes en el mismo pueblo, completamente de vuelta de todo, se ponen por montera los cotilleos del barrio y deciden dormir juntos por las noches para hablar. Así arranca la cosa. Luego hay ternura, mucha vida diaria y las mentes obtusas que joden la vida de los demás. El «qué dirán», que lo carga el diablo.

Recomendación: a gustosos de novela sobre relaciones a los 70 o de cómo las convenciones sociales funcionan en modo apisonadora.

Foto cabecera: nytimes.com