El diablo de la botella, de Robert Louis Stevenson

3379Me he atascado con la Berlin. Sí, la misma Berlin que está de moda. Se me pasará, porque me iba gustando, pero se me ha cruzado una web de dominio público donde puedes encontrar obras de maestros GRATIS de forma legal y enviarlas a tu Kindle o descargarlas en tres formatos o leértelas de una puñetera vez y he optado por lo último. La web se «entitula» feedbooks.com y es una más de las tropecientas que hay. Tengo unos cuantos relatos en la fresquera, voy avisando. De aperitivo he empezado con un cuentito de Stevenson, que no todo era Isla de Tesoro en su vida, parece ser, y que trata de una botella, trasunto de la lámpara de Aladino, pero cargada por el diablo mismo en persona que concede todo aquello que pidas pero ojo con tu alma pecadora. Cuento moralizante para que no nos perdamos en las suntuosidades (tipo Wert) y nos centremos en lo que más importa: el «apor». Le he pillado a Stevenson alguna frase más machista que los del Marca comentando un partido de voley playa pero le perdono porque nació en 1850… ni votábamos. No perdamos nunca de vista el contexto de la obra, señoras, o descarrilamos. Da gusto el dominio del terreno hawaiano, tahitiano e islero en general. Le sale el mar por todo lados aunque no quiera.

Recomendación: a gustosos de relato moralizante decimonónico en lugar exótico plagado de cocoteros que se lee en 20 minutos. Aprox.

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