Fue abrir una librería y recibir visitas de escritores autóctonos todo uno. Y muchos con novela negra foral. Pereza tamaño XXL, qué queréis que os diga. Esto parece Suecia y algún(a) se cree ya Henning Mankell, pensé. Y de entre todos ha caído uno, ¿por qué? pues porque este señor no empuja, que no es poco. En mi pueblo eso cuenta, eso y que me haya acabado su novela, porque de no haber podido con ella no estaría aquí rellenando blog. El libro es entretenimiento del digno. Me pita algún diálogo, alguna situación -esos problemillas con la verosimilitud- pero destaca cuando recoge el habla de los lugareños, yo creo que ese es el rollo para la segunda parte y sucesivas. Porque el puñetero engancha. Ahí estaba yo a las 00:45 acabándolo, leñe. Lo que tengo que comentarle a Carlos cuando lo vea es que despida al corrector o editor. He contado varias erratas (las tildes, señor, no es tan difícil), dos fallos gramaticales inexcusables (soy un poco tocapelotas con el tema, pero es que la gente PAGA por leerlo, ya perdonarán) y un error provocado, creo, por un cortapega de Word. La próxima vez que me lo pase, que se lo hago -pulirlo, digo- por un precio apañao. Y que sí, Carlos, que me ha gustado.

Recomendación: a gustosas de novela negra foral entretenida.