Quizás esté equivocada pero tengo la sensación térmica que desde el 2020 bebemos más. Yo desde luego sí. En algún momento he pasado de beber una vez o dos a la semana a tener uno o dos días sin alcohol, justo lo contrario. En algún momento el vermutico con su croqueta se han agarrao al tuétano cual garrapatas y no los despegamos ya ni con palanqueta. De ahí -y tras orden médica de ponerme en forma- que me haya metido a hacer un «dry september» (o septiembre seco) para frenar la cosa. El libro de Yonki Books ha caído, por tanto, en dos telediarios por estar servidora altamente motivada, claro, pero también porque es práctico, realista, cero moralista y está basado al 100% en datos científicos. Un «esto es lo que hay médica y científicamente» soltado por Nutt, el cojo-experto británico en la materia, y luego ya tú vas y haces lo que te brote. En ello estoy.

Recomendación: a quien quiera echar el freno o bajar de marcha con el alcohol. A cualquiera.

Foto cabecera: awaknlifesciences.com

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.