Gracias, gracias, deborahdores y deborahdoras por vuestros textos, debo admitir que la cosa ha estado reñida, sobre todo porque había reseñas correctísimas, de manual, a las que ha dado verdadera pena dejar atrás. Otras que ponían a parir libros que la mayoría encumbran (mención especial a quien ha puesto a parir uno de Rosa Montero, sigue así, por favor) y otras de libros de ensayo con temáticas que son la debilidad de servidora, así que mis personalidades lo han tenido especialmente chungo para ponerse de acuerdo.
Quienes siguen este garito virtual desde hace años van a pensar que con este ganador se me ve el plumero pero quiero hacer notar que a) este es de los pocos de Gabo que NO me he leído y b) lo que me ha gustado es la idea de volver al libro -por cualquier parte- de forma terapéutica, «para resetearse». José Luis vuelve a los Cien años como yo vuelvo a los sonetos de Quevedo. La idea -real- de que los deborahdores nos curamos leyendo.
¡Enhorabuena!
Cien años de soledad otra vez, por José Luis Cruz Delgado.
¿Cuántas veces he leído Cien años de soledad? Durante mi vida he pasado una cantidad de horas un poco alarmante leyendo la obra maestra de García Márquez. Cuando era tan joven que aún no había descubierto los ansiolíticos pero necesitaba resetearme, eso era lo que hacía: abría el libro por cualquier parte y empezaba a leer. Podía ser otra de las revoluciones perdidas del coronel Buendía, o las fascinaciones de Remedios la bella, o el trágico amor de Pietro Crespi. Casi no importaba: volvía con la determinación (quizás debería decir fe) con que otros leen la Biblia. Desde aquella edición que compré con 18 años, que acabó hace tiempo en la basura, y la majestuosa y un poco rimbombante edición conmemorativa de Alfaguara, que tengo ahora, ha llovido mucho. Una vida de lector.
Foto cabecera: ilustración de Luisa Rivera para la edición de PRHM de Cien años de soledad (2017).
¿Quien osa poner a parir a Rosa Montero? Me muero por conocer qué obra..Yo apuesto por La hija del caníbal o El corazón del tártaro..
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A Rosa Montero no, a un libro de ella titulado «La ridícula idea de no volver a verte». Y para gustos… los colores 🙂
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Claro..Iba con ironía. Lo mejor es que haya variedad. En concreto La ridicula idea…me parece delicioso, pero me alegro de que no todos pensemos igual. Un saludo 😀
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Hola, Lupe.
Soy la denostadora de ese libro:¡ Está lleno de Rosa ! Pero reconozco que a mí ella no me gusta, así que no soy imparcial, porque encima sí me gusta Marie Curie.
Je, je, me alegro de este minidebatico., así nos divertimos inocentemente.
Me llamo Susana Horcada.
Un saludo cordial
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