El pedazo de ensayo sobre la crueldad en la literatura había dejado el listón demasiado alto, me temo. Al terminar esta invención no he sabido si cortarme las venas o dejármelas largas. Esta es la historia de una mentira, de su mentiroso creador y de cómo acaba creyéndosela. Lo mejor es precisamente la mentira y la posibilidad constante de ser descubierta, lo que atrapa aunque el autor te dé la brasa por el camino con información que te tira de una bota, que si los vencejos de Madrid, que si es un desastre con las plantas… La mayor desilusión ha sido formal y el acierto es el título y su motivación.
Recomendación: a gustosos de historias triangulares construidas en mentiras, o de amores inventados.
NOTA DE PRÉSTAMO: Menos mal que no lo compré en papel.
Ea, pues tachado de la lista, que es muy larga y hay que cuidarla 😉
Un saludo!
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Bueno Ana, tampoco es Dan Brown, no pretendía que nadie lo tachara de una lista, yo sólo cuento que a mí me ha defraudado, pero tenía demasiadas expectativas, creo. Leer se lee en un tirón, eso es verdad. ¡Gracias por pasarte!
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Vaya, hasta ahora había leído lo contrario, que era de lo mejorcito del año. Lo leeré con la mente limpia de expectativas, a ver.
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Mejor, yo tenía demasiadas. A ver qué te parece.
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Yo lo estoy leyendo, ya os contare que me parece.
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No acabo de terminar y me ha parecido un libro aburrido, menos mal que son pocas páginas.
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Hola Deborah,
A grandes rasgos, a mí también me ha defraudado aunque, como bien comentas, esa mentira impostada y permanente te arrastra hasta el final sin demasiadas ganas de… cortarle las venas a su autor. Tanto el personaje de Samuel como el de Carina me resultan antipáticos desde que se me perfilan y en cierto momento dejo de creerme tanta invención, supongo que porque uno tiene su propia definición para la palabra AMOR. No sé, es de esa clase de libros que siempre les gustan más a los otros que a mí a mismo…
*Después de dar mi breve opinión al respecto, husmeo por la red a leer la ajena y mira por donde me sales tú, tururú. Venga, hasta otra.-
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Gracias por pasarte, Krust, a ver si la próxima lectura mejora lo presente. ¡Salud!
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