No hay como poner la palabra sexo a 1,42 € en Amazon para que la peña pique. Yo por delante. El experimento ha caído entre el café de después de comer y la merendola infantil y quitando tres o cuatro frases dignas y algún andamio estructural me ha dejado más fría que un fiordo noruego a las cuatro de la mañana (gran Mitxelena dixit). Quizás demasiados «Jos», quizás demasiados libros que son una mierda, porque sí; quizás la intoxicación de tabaco – y yo me fumo hasta los ficus de la sala de espera- y -sin quizás- demasiado paseo turístico por Madrid. Ha sido esperar más y encontrarse que el río que sonaba tan bien no sólo no cubre sino que el agua apenas llega al tobillo. De qué va: Escritor que habla el 98% del tiempo de sexo se lía con «rockera». Van a Londres. Luego algún mordisco y títulos de crédito. Alberto Olmos sigue gustándome mucho más en su(s) blog(s) y el sexo de oferta no me ha bajado del burro.
Recomendación: ¿a quien quiera rollo entre escritor y rockera? y le guste -mucho- Madrid.
NOTA DE PRÉSTAMO: a este precio no ha dolido tanto.
Deborahlibros 
Hombre, sin ánimo de ofender (y mucho menos ir de sobrao, que no es el caso), después de ver una foto de Alberto Olmos y, sobre todo, las fotos con las que ilustra (o ilustraba) su conocido blog con seudónimo (y que indican que pasa más hambre que un piojo en la cabeza de Odón Elorza), pues después de eso, digo, yo no me compro nada que firme este pavo y que tenga la palabra SEXO en el título.
A no ser que se trate de Ciencia-Ficción, claro.
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Me pasa igual, soy muy de Lector malherido y muy poco de Trenes hacia Tokio. Por así decirlo
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Jajaja, bueno, no sé si es hambre, marketing o una cuestión de gusto. Yo sigo quedándome con su faceta reseñista. A ver si un día consigue hacerme cambiar de opinión. Gracias por pasarte, Jonan. ¡ Salud!
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Ya somos dos, entonces. Aunque el otro que me leí fue Tatami, no los trenes.
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La única novela que he leído de Olmos, Ejército enemigo, me interesó hasta descubrir un desenlace absurdo y rayano con lo pueril.
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ya tenía ganas de leer algo así sobre AO
lo ponen siempre tan por las nubes
y yo no logro ver que le ven a este señor
misterios del marketing
será
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Vaya. Olmos me cuesta 5 euros leer sus reseñas. Que bien que no cobres, por el momento. Por cierto, el 98% de esa novela me supo a Salinger con un poco de centeno. Yo me divertí. Jo.
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No creo que cobrando entrada me fuese a hacer rica, la verdad. Yo he pagado por leerle, creo que es un gran reseñista, aunque no siempre esté de acuerdo con él, claro. Me hubiese gustado que sus reseñas continuaran siendo de acceso libre y universal, una que es utópica, pero tengo un año para valorar si me compensa por el precio de un paquete de tabaco.
Me alegro de tu diversión pero yo no veo a Salinger aquí por ningún lado…
Gracias por pasarte,
¡salud!
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