Lo de este año en julio y agosto no ha sido muy normal porque ese periodo ha concentrado el 28,6 % de las lecturas del año. Eso también da una idea del pedazo de verano que me he pegado. Un escándalo. Todavía se me escapan lagrimillas cuando lo recuerdo. El caso es que acaba el año y nace en nosotras la necesidad de hacer listas de lecturas. Listas que brotan por la red como champiñones en septiembre: por castigo. Y no vamos a ponernos de perfil cuando todo chichigato publica su ranking lector y podemos contribuir al castigo de otras con nuestras pedradas. Vamos allá con las lecturicas que se han quedado incrustadas cual garrapatas (buenas) en nuestra memoria:
Total libros leídos: 35 (15 de autoras).
Libro del año: Viajes con Charley, de John Steinbeck. Pura gloria lectora.
Novela: Los árboles, de Percival Everett (trad) y Panza de burro, de Andrea Abreu (en castellano)
Relatos: Sí, leímos a Sherwood Anderson pero el que queda en la memoria es: Me verás caer, de Mariana Travacio.
Autobiografías: Recomiendo las cuatro. Dos sobre migraciones: Marrón, de Rocío Quillahuaman y Hermanito, de I.Balde y A. Arzallus y dos sobre adicciones: Vinagre, de Jorge Matías y Amigos, amantes y esa cosa tan terrible, de Matthew Perry
Nov. Gráfica: Muchas (10) y muy buenas. Hacemos un podio: La venganza de los bibliotecarios, de Tom Gauld; Blanco alrededor, de W. Lupano y S. Fert y Habibi, de Craig Thompson.
No tocar ni con un palo: La vergüenza, de Annie Ernaux (never again).
Y ahora a sacarle brillo al tsundoku para el 2024.
Que entréis bien en el año, gente. Y leed más fuerte.
Foto cabecera: pxfuel.com
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