El bicho permea todo: las conversaciones, los trabajos, las parejas, las redes, los padres, las compras, los sueños, las llamadas, las dudas, todo. No sé vosotras pero yo estoy hasta el clavicordio. A pesar de que mi nivel lector de este año está lejos de ser deborahdor, he decidido convocar el Club de lectura deborahdor de forma virtual. Nos juntaremos por Zoom, vale ya. Será un oasis en el desierto pandémico. La primera condición es que queda terminantemente prohibido mentar al bicho, bajo pena de expulsión inmediata de la sesión. La segunda: venir leídas. Atacaremos Ru, de Kim Thúy, y el objetivo no es otro que conseguir estar una hora hablando única y exclusivamente de libros. Una hora en la que gritaremos el «You shall not pass» de Gandalf en la jeta del puto virus. Y no pasará. El evento lo convocaré como es tradicional, para el último viernes de mes (27 de noviembre) por el grupo del Club de lectura deborahdor de Facebook y todavía no sé cómo alicatarlo pero tengo un mes para conseguir el ID y el código para que entréis. Os espero en la distancia, venid leídas y con ancho de banda majo.

Foto cabecera: Lago Umm al-Ma, libia. Fuente: travelreport.mx