Querido Yoda:
¿Qué tal por Alfa Centauri?. Por aquí las cosas se han salido un poco de madre, porque el cáncer y los tratamientos para finiquitarlo no entienden de horarios de librería, ni de cuota de autónomos ni de calendarios comerciales; en todo caso entienden de inseguridades sociales.
Mi cuerpo tampoco ha salido muy gobernable, con el primer tipo de quimio soltó un «no» implacable. Se me dispararon los miriclodianos y hemos tenido que servirle otro cóctel. Este me obliga a pasar por el hospital cada semana durante dos meses, justo ahora que los de Fulgencio Pimentel habían reeditado POR FIN «La maleta» de Serguei y me iba a poner doblada de facturar equipaje…
No me he rendido, Yoda, pero tengo que centrarme. Si puedo echaré una mano a Olentzero, pero no me pidas fechas de apertura, déjame que fluya.
Por lo demás los deborahdores no se cansan de empujarme, siempre hacia adelante, y tengo la mejor familia a este lado de Alderaan. No puedo quejarme.
Bueno, cuida mucho la República y mándame fuerza de esa que levanta naves.
Un abrazo,
Tu padawan librera.
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