Querido Yoda:

¿Qué tal por Alfa Centauri?.  Por aquí las cosas se han salido un poco de madre, porque el cáncer y los tratamientos para finiquitarlo no entienden de horarios de librería, ni de cuota de autónomos ni de calendarios comerciales; en todo caso entienden de inseguridades sociales.

Mi cuerpo tampoco ha salido muy gobernable, con el primer tipo de quimio soltó un «no» implacable. Se me dispararon los miriclodianos y hemos tenido que servirle otro cóctel. Este me obliga a pasar por el hospital cada semana durante dos meses, justo ahora que los de Fulgencio Pimentel habían reeditado POR FIN «La maleta» de Serguei y me iba a poner doblada de facturar equipaje…

No me he rendido, Yoda, pero tengo que centrarme. Si puedo echaré una mano a Olentzero, pero no me pidas fechas de apertura, déjame que fluya.

Por lo demás los deborahdores no se cansan de empujarme, siempre hacia adelante, y tengo la mejor familia a este lado de Alderaan. No puedo quejarme.

Bueno, cuida mucho la República y mándame fuerza de esa que levanta naves.

Un abrazo,

Tu padawan librera.

9 respuestas a “Capítulo IV: Una nueva esperanza”

  1. Un fuerte abrazo, Katixa!!!

    Que la fuerza y el coraje estén siempre contigo.

    Victor

    Enviado desde mi iPhone

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Gracias Víctor! ¡Abrazo gordo de vuelta!

      Me gusta

  2. Avatar de pilar perucho gil
    pilar perucho gil

    Un petó ben gran i molta força!
    Te «pienso» mucho.

    Le gusta a 1 persona

    1. Moltes graciès!!! Petó enorme de vuelta!

      Me gusta

  3. Katixa querida:

    QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE….

    Hoy te mando un regalo que releo con frecuencia:

    «Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

    A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.

    Y dijo que somos un mar de fueguitos.

    -El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.

    Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

    No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende». Eduardo Galeano

    SIGUE ARDIENDO LA VIDA…..

    Muchísimos besos

    Le gusta a 1 persona

    1. Ay, Galeano por siempre. ¡Muchas gracias!

      Me gusta

  4. Mucha fuerza y a ganar esta batalla.
    Un abrazo

    Le gusta a 1 persona

    1. ¡Muchas gracias!

      Me gusta

  5. Sabes que Yoda no entiende tu carta porque no comparte tu gramatica. Haz el favor, además, la República murió con un estruendoso aplauso. Tenemos que debatir seriamente sobre estos y otros asuntos. Te llamo 😀

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.